Cada invierno vuelo hasta aquí desde Detroit.Además,yo no soy una gaviota cualquiera.Soy una gaviota pinzón,la única especie de gaviota parlanchina en todo el mundo animal.Prima lejana de las cotorras,pero mucho más intelectual.
Cada año,en el mes de noviembre,alzo el vuelo y,gastando las resevas de alimento veraniegas,me dirigo hacia el sur.El viaje es largo pero la vista es fantástica desde allá arriba.Manchas verdes,rojas,azul.............un sinfín de colores i un mar de fragancias etéreas.
Cuando llego al atolón vuelve el calor.Poso mis patas en tierra y descanso.El verano es intenso y yo dedico mi tiempo a dormir y a leer a Foucault.
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